viernes, 9 de marzo de 2012

Bóveda de Crucería


Cuando en dos bóvedas iguales y al mismo nivel, ya sea de cañón o bien ojival, se da una intersección perpendicular, entonces se define un nuevo elemento constructivo con mayor solidez estructural que se denomina bóveda por aristas. Cuando las aristas fueron reforzadas por nervaduras de piedra como se hizo a partir del siglo XII, utilizándose en el estilo gótico principalmente, a este mismo elemento se le llamó bóveda de crucería, y fue uno de los principales elementos del nuevo estilo, utilizándose siempre la clave central para unir los arcos principales (aristas) en su parte superior, que a su vez se unía por cadenas de nervaduras de piedra con las claves de los cuatro arcos que definen la bóveda.

Anterior al gótico, en la arquitectura románica, las bóvedas de cañón se apoyaban en grandes muros (masivos) para absorber cualquier esfuerzo no vertical trasmitido por la bóveda, aun así estos eran reforzados en su longitud a intervalos regulares, por grandes contrafuertes adosados al muro. Con el estilo gótico, en donde todos los esfuerzos son transmitidos a través de las nervaduras de piedra y con la utilización de las bóvedas de crucería, los esfuerzos horizontales resultantes se redujeron al mínimo y entonces pudieron ser transmitidos por arcos arbotantes muy esbeltos y apoyados exteriormente en un botarel o contrafuerte, separado del muro que transmitía la carga hasta los cimientos, lo que propició la gran esbeltez de la arquitectura gótica y la posibilidad de alojar en sus muros perimetrales grandes ventanales ojivales y rosetones con hermosos vitrales. Posteriormente y en base a la bóveda de crucería surgieron muchas otras formas de bóveda jugando con las formas, las nervaduras y las piezas clave, también los botareles no siempre estuvieron separados del muro pero fueron más ligeros. La arquitectura gótica es la síntesis y culminación del proceso evolutivo de la arquitectura con técnica constructiva a base de piedra.

Maese Escapulario Torres