La división del trabajo existe desde que los seres humanos poblaron la tierra, primero mediante la separación por sexos (principalmente) en las actividades básicas bien diferenciadas de cazadores y recolectores. Mas tarde, con el feudalismo, durante la Edad Media se empieza a sistematizar (en términos generales) esta división del trabajo entre los diferentes grupos que había, tales como; nobles, señores feudales, defensores o guerreros, campesinos, dedicados a las diferentes actividades agropecuarias y al uso especializado de los implementos de labranza (como el arado), los artesanos y comerciantes (de donde surgió la burguesía), etc. Posteriormente durante la revolución industrial, la división del trabajo se orientó a buscar la forma de organizar el trabajo realizado por las personas, en función de sus diferentes capacidades, para lograr mayor eficiencia en la producción y utilizar las maquinas y los diferentes instrumentos de la mejor manera, orientado todo esto al logro de una mayor productividad.
Veamos que dicen dos
de los pensadores clásicos:
Adán Smith:
Smith incidió en la
especialización (división del trabajo) como el determinante de la capacidad de una sociedad para aumentar su productividad y, en consecuencia, su crecimiento económico.[1]
Marx:
La división social
del trabajo, se lleva a cabo sin tomar en consideración el talento de los
individuos o el interés de la totalidad y obedece más bien enteramente a las
leyes capitalistas de la producción de bienes.[2]
Por otro lado, es
importante reflexionar sobre este tema porque desde siempre la división del
trabajo existió en el trabajo domestico, en la actividad de la familia, principalmente
entre el padre y la madre el trabajo estaba bien diferenciado; correspondiendo
al padre la actividad productiva, rentable, para proveer todo lo necesario a la
familia, por su parte a la madre le correspondía la atención directa de los
hijos y el cuidado de la casa. En lo que respecta a la formación de los hijos y
a la trasmisión de valores morales, costumbres y buenos hábitos, esto
correspondía en forma conjunta(en teoría) tanto a la madre como a el padre.
Esta división tradicional del trabajo a nivel domestico se violentó con las
guerras mundiales del siglo XX y principalmente con la segunda guerra mundial,
en donde las mujeres tuvieron que ocupar el lugar de los hombres en las
fabricas, en el comercio y en la actividad productiva y burocrática. Todo
hubiera estado bien si después de la guerra la actividad se hubiera
regularizado a como había sido antes. Pero no, a muchas de las mujeres les
gustó la “libertad” que daba el ser “independiente” y por si esto no bastara;
la propia economía “consumista” de posguerra, impuesta por una actividad
comercial voraz, y mediante la adecuada
propaganda, se encargó de crear necesidades que antes no existían. Y ahora, con
el ingreso económico de solo uno de los padres no alcanzaba, por lo tanto “el
trabajar los dos”, se hizo una necesidad y una costumbre, y rompió la división
tradicional existente del trabajo a nivel domestico, con graves desajustes como
la desatención de los hijos y la falta de comunicación suficiente (por decirlo
de alguna manera) lo cual trajo la destrucción de muchos hogares con la
proliferación del divorcio de las parejas. Actualmente se está dando una nueva
división del trabajo a nivel domestico la cual tiende a adaptarse a las
condiciones existentes y a organizarse para lograr mayor eficiencia y superar
los problemas causados por el rompimiento del sistema familiar tradicional
hasta la primer mitad del siglo XX.
Antonio Fuentes
Flores
Sep. 2012 San Pedro
G. G. N. L.
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