Perdone el ciudadano esperanzado
mi
recuento de acciones miserables,
que
levantan los hombres del pasado.
Yo predico un amor
inexorable.
Y no me importa
perro ni persona:
sólo el pueblo es
en mi considerable:
sólo la Patria a mi me condiciona.
Pueblo y Patria manejan mi cuidado:
Patria y pueblo destinan mis deberes
y silogran matar lo levantado
por el pueblo, es mi Patria la que
muere.
Es ése mi temor y mi agonía.
Por eso en el combate nadie espere
que se quede sin voz mi poesía.
Pablo Neruda
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